Descartamos convocar una manifestación, pero ayudaremos si se decide hacerlo
21/07/2022
Nuestra asociación acaba de presentar ante el TSJC las alegaciones que nos invitaron a formular en el plazo de diez días tras el anuncio de que el Tribunal planteará una Cuestión de Inconstitucionalidad respecto al Decreto Ley 6/22 y la Ley 8/22, recientemente aprobadas por el Gobierno catalán para sortear, con el mayor de los descaros, el cumplimiento de la sentencia del 25%. Poco se puede decir, aparte de coincidir en la valoración de que la nueva normativa aprobada por el Gobierno catalán es inconstitucional y que lo preceptivo es que se pronuncie sobre ello el Tribunal que vela por el cumplimiento de la ley de leyes de nuestro ordenamiento jurídico.
Pero plantear una cuestión de inconstitucionalidad implica que la nefasta nueva normativa catalana seguirá en vigor, a menos que el presidente del gobierno la paralice. Solo el presidente puede hacerlo, a menos que se trate de una situación excepcional, como creemos que es este caso, ya que la nueva normativa ha sido aprobada para incumplir una sentencia. Un partido político podría paralizarla y así se lo hemos pedido a los partidos en fecha reciente. También le hemos solicitado al TSJC que no detenga la ejecución de la sentencia hasta que el Presidente del Gobierno se pronuncie al respecto.
Estrategia de Hablamos Español como entidad defensora de la Libertad de Elección de Lengua
Hablamos Español seguirá trabajando con Convivencia Cívica Catalana en la promoción y el asesoramiento a la federación de AMPAS, AmpaTotal, que hemos promovido conjuntamente y, aunque CCC no ha sido legitimada para reclamar la ejecución de la sentencia, seguimos cooperando en este ámbito y contando con el valioso asesoramiento del jurista Ángel Escolano, presidente de CCC.
Pero lo que está sucediendo en Cataluña nos lleva a un replanteamiento de nuestra estrategia como entidad defensora de la Libertad de Elección de Lengua. Es inaudito que tengamos que exigir que se cumplan las sentencias, y que casi haya que suplicar no ya para que se pueda elegir lengua en la enseñanza sino para reclamar una mísera y testimonial presencia de un 25% de español en las aulas.
Algunos colaboradores de la asociación nos sugieren que pongamos en marcha una manifestación de protesta. Hablamos Español organizó en 2018 la primera marcha contra la imposición lingüística y el adoctrinamiento nacionalista en Cataluña. Fue un éxito de participación y tuvo gran repercusión a nivel nacional, en gran parte debido al boicot desplegado por el separatismo. Si se organiza desde la sociedad civil, sin la ayuda de partidos, es muy meritoria, pero con este tipo de protesta no se alcanzan los objetivos deseados y las entidades que pretendemos ser independientes somos sometidas a todo tipo de presión. Si se organizan bajo el paraguas de los partidos contrarios a la imposición lingüística, nos vemos condicionados a las directrices de las formaciones políticas y, por lo tanto, a sus intereses. En el caso de alguno de estos partidos, serviríamos de lavado de cara a lo que está haciendo allí donde gobiernan. Por lo visto, los ciudadanos tenemos que conformarnos con una mutilación parcial de nuestras libertades. En todo caso, si se decide convocar, ayudaremos.