Muchos países de Europa tienen lenguas regionales, idiomas que se hablan en una parte del territorio, pero en ninguno de esos países se retira la lengua nacional de los rótulos, de las señales y de la cultura oficial, sino que comparten espacio ambas lenguas.  

En esos países se estudian las dos lenguas oficiales como asignaturas, pero las familias eligen en cuál de esas lenguas se enseñan las Matemáticas, las Ciencias, la Historia, la Geografía, la Filosofía y demás asignaturas. Se respeta la lengua materna.

¿Qué nos pasa en España?

Se elimina el español de todo lo oficial en Cataluña, Galicia y Baleares. Se va retirando de la Comunidad Valenciana y comienzan a darse esos pasos en la Comunidad Vasca.

En la enseñanza, los colegios públicos de Cataluña solo enseñan las asignaturas en catalán y en Baleares, excepto en once centros concertados, lo mismo.

En Galicia está prohibido estudiar en español Conocimiento Social y Natural, Geografía, Historia, Ciencias, etc., es decir, todas las asignaturas con más terminología y manejo de textos. En la Comunidad Valenciana también hay asignaturas prohibidas en español. y en la Comunidad Autónoma Vasca había un sistema de líneas, que sobre el papel está muy bien, pero lo han ido eliminando y ahora casi toda la enseñanza es en euskera.

La labor de Hablamos Español es conseguir que en España haya un sistema como el de los demás países europeos, de convivencia y libertad de elección de lengua. También nos preocupa mucho que se les quiera cambiar la lengua a las personas, sobre todo a los niños, con mentiras y manipulación.

En ningún lugar se permitiría esa presión, con campañas en los colegios y en los medio medios para decirle a la gente qué lengua debe hablar y con cuál debe identificarse. Eso es atacar algo esencial de la persona.

 

¿Crees que los que imponen las lenguas y manipulan a la opinión pública lo hacen por romanticismo, para preservar una lengua o motivados por algo noble?

No es así. Quienes imponen las lenguas están movidos por intereses políticos y económicos. Hay un gran lobby, un gran chiringuito alrededor de la mal llamada “normalización” lingüística.